PP y Vox han votado en contra
El Pleno del Congreso aprobó este Jueves la ley orgánica para la regulación de la eutanasia con los únicos votos en contra de los diputados del PP y Vox. La iniciativa, por tanto, forma parte de la primera fase de su tramitación, que pasa ahora al Senado.
Antes de la votación, el ministro de Salud, Salvador Illa, se dirigió al Congreso para agradecer la aprobación de un reglamento que, a su juicio, es un paso hacia “una sociedad más humana y más justa“. Para Illa, esta medida demuestra que España es “una democracia moderna” y “suficientemente madura” para afrontar este problema.
Además, agradeció el trabajo durante estos años de las organizaciones de la sociedad civil que luchan por este reglamento, las que hicieron modificaciones a la norma y, en particular, el PSOE, el grupo que propuso la ley, y la impulsora de la misma, la exministra de Sanidad socialista María Luis Carcedo “por la convicción con la que lo defendió”.
En su intervención en este debate, Carcedo defendió el contenido de la ley que, según explicó, “piensa en la condición humana”, regula “las condiciones y modalidades de acceso a esta solicitud de asistencia al morir“. “, como” recomendado por el Tribunal de Estrasburgo “; ‘Despenaliza” su práctica y la incluye en la cartera común del sistema nacional de salud.
Legislar más allá del “Código Personal”
Carcedo defendió el “avance” en la “libertad” que esta disposición trae consigo, y acusó que “la ley” siempre está envuelta en batallas apocalípticas “durante la elaboración y” al cabo de un tiempo “acepta estos avances y” después otra vez practicó “. “.
La portavoz de United We Can on Health, Rosa María Medel, también se puso en contacto con PP y Vox acusándolos de “negar a los que no tienen dinero” o “no lo que piensan” el derecho a tener sus derechos “personales” de libertad de uso. De hecho, Medel cree que a ambos grupos “no les importa la libertad personal” y quieren “imponer” “cómo morir” al resto de españoles.
El diputado del PNV, Joseba Agirretxea, también decidió dirigirse a los partidos que se oponen a esta norma para recordarles que, como diputados, están obligados a “legislar más allá del código ético de cada individuo” y “aprobar una” protección legal “para aquellos que no tienen los mismos conceptos de “vida o muerte” que ellos.
El representante de Junts, Sergi Miquel, expresó esto de manera similar. Recordó que durante la elaboración del texto, PP y Vox hablaron mucho sobre “moral y creencias”, dos temas que él cree que no deberían ser. “y menos” para ser respetado en una democracia, en una sociedad avanzada y en un estado no confesional. “
Apoyo, pero un texto insuficiente
El portavoz de Más País-Equo, Iñigo Errejón, se ha comprometido a acusar a Carcedo del derecho a seguir siempre un “ciclo” en los derechos de tratamiento: primero “se niegan”, luego “lo usan” y luego “aceptaron”. Eso es lo que hicieron, explicó, con “el sufragio universal, la jornada de ocho horas, la ley del divorcio o el mismo matrimonio”.
“Un modelo de garantía“. “Hoy nadie pierde sus derechos y todavía estamos avanzando un poco en nuestra libertad individual“, declaró antes de pedir el derecho a “respetar” a quienes apoyan esta medida.
Mientras tanto, formaciones como ERC, EH Bildu, BNG o CUP, aunque mostraron su apoyo a la norma, reconocieron que era “insuficiente” y por eso mantuvieron vivas varias enmiendas. en este debate que finalmente no fueron aprobados. En estas capacitaciones se discutió, por ejemplo, la extensión del derecho a los menores de 16 años, incluyendo la consideración de enfermedad mental o fatiga vital, a solicitar el suicidio asistido, la despenalización completa de este práctica o simplificación de los mecanismos de control.
Críticas de PP y VOX
Ante estos argumentos, PP y Vox fueron muy críticos en sus discursos. El representante de los “populares”, Ignacio Echániz, acusó al PSOE de haber aprobado esta norma “al final de la última jornada, del último pleno ordinario” y por el procedimiento de propuesta de ley “, sin informes técnicos ni legales. “Sin audiencia pública”, “sin estudios demográficos recientes” o “sin permitir la aparición de expertos” entre otros, porque es “injusto, inoportuno e inconstitucional”.
En su opinión, el Gobierno aprobó esta ley “frívola” de forma “descuidada y descuidada“ en lugar de optar por la “alternativa” de los cuidados paliativos que, según recalcó, “forma parte del sentimiento”. de la mayoría de los españoles “y donde coinciden organizaciones y asociaciones internacionales, judiciales y sanitarias. Echániz deploró esta derrota y este fracaso del” sistema sanitario y de la sociedad .
Por su parte, la diputada de Vox Lourdes Monasterio, lamentó que tras esta “traición despiadada, inhumana e ilegítima“, los partidos a favor la celebren “firmando condenas a muerte para los más débiles“. En su opinión, ella “viola el derecho a la vida” con esta regla y considera que el Estado prefiere esta decisión porque es “más fácil, más cómoda y económica“.
En este sentido, acusó a quienes subieron a la tribuna del Congreso de “hacer teatro de manera hipócrita y sin sentido, utilizando la libertad y la compasión para legalizar el horror vivido en las residencias” y “salvarlo”. sus ingresos ”. “Vamos a recurrir esta barbarie ante el Tribunal Constitucional“, advirtió.
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